La combinación de comidas copiosas con restricciones de alimentos al día siguiente o ayuno prolongado para compensar los excesos supone, en muchas personas, un grave riesgo para la salud y resulta muy perjudicial, sobre todo en pacientes con ansiedad, desequilibrio emocional o en riesgo de malnutrición, entre otros, según ha indicado Lourdes de la Bastida, nutricionista del Hospital Quirónsalud Córdoba.
Lourdes de la Bastida ha explicado que en estos días de Navidad es habitual consumir platos más elaborados y no por ello deben hacerse restricciones, así que “si algunos días realizamos comidas más abundantes no hay que alarmarse, lo mejor es retomar la alimentación habitual y no hacer compensaciones. La alimentación debe realizarse con moderación, utilizando el sentido común, ya que ningún extremo es bueno, y comer un día por encima de nuestras necesidades y otro día nada para equilibrar, perjudica gravemente la salud”.
Es positivo afrontar las fiestas con una mentalidad equilibrada, sin castigarse por tomar platos especiales, ya que lo importante es seguir una dieta sana y proporcionada en el día a día, y buscar mantener la armonía nutricional. Lo importante es seguir un patrón de alimentación “lo más saludable posible y con sentido común, disfrutar del momento comiendo despacio, masticando bien, saboreando los alimentos y disfrutando de la compañía”, ha señalado.
En principio, no debe eliminarse por completo ningún alimento, salvo que haya alguna patología en la que esté contraindicado, ha subrayado la nutricionista. Durante estas fechas hay más tendencia a consumir productos como embutidos, y otros con mayor contenido de azúcar como polvorones, turrones y chocolates, y siempre que su consumo sea de forma puntual y no con frecuencia, “no hay que preocuparse”. Durante las celebraciones es fácil olvidar la importancia de mantenerse hidratado, por lo que hay que mantener el consumo de agua, lo que puede ayudar también a controlar el apetito.
Lourdes de la Bastida ha afirmado que, en lugar de restringir drásticamente la alimentación para compensar excesos, “simplemente debemos retomar un estilo de vida más saludable, aumentando el consumo de alimentos más ricos en fibra como verduras, frutas, legumbres, cereales integrales y frutos secos, que nos ayudarán a estar saciados y así evitar comer grandes cantidades”.
En las comidas principales es aconsejable combinar verdura, alimentos ricos en hidratos de carbono complejos como arroz, pasta o patata, y proteínas como el pescado, carne, huevo o legumbres. En la medida de lo posible, es muy positivo tomar verduras de temporada como endivias, cardos, col, coliflor y frutas de esta época (naranjas, mandarinas, caqui, granadas y chirimoyas).
Teniendo en cuenta que las comidas navideñas suelen ser muy abundantes, es mejor decantarse por alimentos sin mucha elaboración como los pescados al horno, ensaladas, marisco, carnes asadas, cremas y caldos, que pueden ser buenas opciones para saciarnos y no consumir grandes cantidades. Además, tras ingestas más copiosas, en las cenas “se puede tomar algo ligero como un caldo o yogur natural, pero no saltarse comidas”, ha recalcado la especialista.
Un aspecto importante es la planificación, dedicar tiempo a organizar el menú semanal es fundamental para comprar productos frescos como frutas, verduras, sopas y o cremas caseras, carnes magras (pollo o pavo), pescados frescos o congelados, y no tener que improvisar recurriendo a precocinados o ultra procesados, en caso de hacer las comidas en casa.
Lourdes de la Bastida ha apuntado que en los aperitivos o algunos de los platos principales, se pueden añadir ingredientes de origen vegetal como los canónigos con nueces y granada, canapés con rodajas de pepino con queso y carpacho de calabacín y piñones, crema de calabaza con jengibre, entre otros, acompañando al pescado o a la carne, para asegurar el consumo de verduras y frutas estos días.
En caso de realizar alguna comida a media mañana o merienda, es mejor elegir alimentos saludables como frutas o frutos secos. Las mandarinas, los plátanos, nueces o almendras son fáciles de consumir y, además debido a su contenido en fibra ayudan a saciar y controlar el hambre. Es mejor evitar el consumo de alcohol y recurrir a opciones como el agua con limón, agua con gas o cerveza sin alcohol.
Asimismo, evitar el sedentarismo y realizar y realizar ejercicio físico en la medida de lo posible es esencial, de manera que los momentos de ocio “sean activos y aprovechar para montar en bicicleta, patinar o hacer senderismo, opciones que nos ayudarán a encontrarnos mejor”, ha destacado la nutricionista.
La doctora Lourdes de la Bastida ha añadido que, “aunque tengamos muchos eventos y haya más cambios de horarios, debemos mantener un hábito de sueño adecuado, descansar las horas que el cuerpo necesita es un buen aliado para evitar el cansancio y cuidar la salud”.
Lourdes de la Bastida ha explicado que en estos días de Navidad es habitual consumir platos más elaborados y no por ello deben hacerse restricciones, así que “si algunos días realizamos comidas más abundantes no hay que alarmarse, lo mejor es retomar la alimentación habitual y no hacer compensaciones. La alimentación debe realizarse con moderación, utilizando el sentido común, ya que ningún extremo es bueno, y comer un día por encima de nuestras necesidades y otro día nada para equilibrar, perjudica gravemente la salud”.
Es positivo afrontar las fiestas con una mentalidad equilibrada, sin castigarse por tomar platos especiales, ya que lo importante es seguir una dieta sana y proporcionada en el día a día, y buscar mantener la armonía nutricional. Lo importante es seguir un patrón de alimentación “lo más saludable posible y con sentido común, disfrutar del momento comiendo despacio, masticando bien, saboreando los alimentos y disfrutando de la compañía”, ha señalado.
En principio, no debe eliminarse por completo ningún alimento, salvo que haya alguna patología en la que esté contraindicado, ha subrayado la nutricionista. Durante estas fechas hay más tendencia a consumir productos como embutidos, y otros con mayor contenido de azúcar como polvorones, turrones y chocolates, y siempre que su consumo sea de forma puntual y no con frecuencia, “no hay que preocuparse”. Durante las celebraciones es fácil olvidar la importancia de mantenerse hidratado, por lo que hay que mantener el consumo de agua, lo que puede ayudar también a controlar el apetito.
Lourdes de la Bastida ha afirmado que, en lugar de restringir drásticamente la alimentación para compensar excesos, “simplemente debemos retomar un estilo de vida más saludable, aumentando el consumo de alimentos más ricos en fibra como verduras, frutas, legumbres, cereales integrales y frutos secos, que nos ayudarán a estar saciados y así evitar comer grandes cantidades”.
En las comidas principales es aconsejable combinar verdura, alimentos ricos en hidratos de carbono complejos como arroz, pasta o patata, y proteínas como el pescado, carne, huevo o legumbres. En la medida de lo posible, es muy positivo tomar verduras de temporada como endivias, cardos, col, coliflor y frutas de esta época (naranjas, mandarinas, caqui, granadas y chirimoyas).
Teniendo en cuenta que las comidas navideñas suelen ser muy abundantes, es mejor decantarse por alimentos sin mucha elaboración como los pescados al horno, ensaladas, marisco, carnes asadas, cremas y caldos, que pueden ser buenas opciones para saciarnos y no consumir grandes cantidades. Además, tras ingestas más copiosas, en las cenas “se puede tomar algo ligero como un caldo o yogur natural, pero no saltarse comidas”, ha recalcado la especialista.
Planificar el menú
Un aspecto importante es la planificación, dedicar tiempo a organizar el menú semanal es fundamental para comprar productos frescos como frutas, verduras, sopas y o cremas caseras, carnes magras (pollo o pavo), pescados frescos o congelados, y no tener que improvisar recurriendo a precocinados o ultra procesados, en caso de hacer las comidas en casa.
Lourdes de la Bastida ha apuntado que en los aperitivos o algunos de los platos principales, se pueden añadir ingredientes de origen vegetal como los canónigos con nueces y granada, canapés con rodajas de pepino con queso y carpacho de calabacín y piñones, crema de calabaza con jengibre, entre otros, acompañando al pescado o a la carne, para asegurar el consumo de verduras y frutas estos días.
En caso de realizar alguna comida a media mañana o merienda, es mejor elegir alimentos saludables como frutas o frutos secos. Las mandarinas, los plátanos, nueces o almendras son fáciles de consumir y, además debido a su contenido en fibra ayudan a saciar y controlar el hambre. Es mejor evitar el consumo de alcohol y recurrir a opciones como el agua con limón, agua con gas o cerveza sin alcohol.
Asimismo, evitar el sedentarismo y realizar y realizar ejercicio físico en la medida de lo posible es esencial, de manera que los momentos de ocio “sean activos y aprovechar para montar en bicicleta, patinar o hacer senderismo, opciones que nos ayudarán a encontrarnos mejor”, ha destacado la nutricionista.
La doctora Lourdes de la Bastida ha añadido que, “aunque tengamos muchos eventos y haya más cambios de horarios, debemos mantener un hábito de sueño adecuado, descansar las horas que el cuerpo necesita es un buen aliado para evitar el cansancio y cuidar la salud”.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍAS: HOSPITAL QUIRÓNSALUD CÓRDOBA
FOTOGRAFÍAS: HOSPITAL QUIRÓNSALUD CÓRDOBA