Por si José Luis Perales te pregunta alguna vez a qué dedico el tiempo libre, voy a intentar explicártelo aprovechando que esta semana se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental. Soy educador ambiental, a tiempo completo, y mi objetivo es cambiar el mundo.
Sé que decir estas cosas es un poco atrevido, porque adjetivos como "utópico", "soñador", "prepotente", "soberbio", "imbécil", a saber cuál o todos juntos, estarán rondando por tu cabeza. A estas alturas, me da igual el que utilices y lo que pienses de mí.
Soy consciente de que seré derrotado. Otros con más talento, capacidad de trabajo, sabiduría, oportunidades, agallas, carisma, liderazgo, poder, visibilidad, lo intentaron y fracasaron. Yo, invisible, pequeño, inseguro, lento, casi solitario, con el conocimiento, los recursos y habilidades justos para sobrevivir, con mis traumas e incongruencias, poco original y con la educación ambiental y la literatura como bandera, no puedo llegar muy lejos. Lo sé, voy camino a la locura, pero algo me impide cambiar de dirección.
Durante esta semana visitaremos tres veces Punta Entinas Sabinar, dos con escolares y una con una asociación cultural con la que colaboramos. Expondremos en un colegio la exposición Aprendiendo a mirar este mismo espacio protegido.
Visitaremos un módulo de FP en La Cañada para mostrarles qué es la educación ambiental y contaremos algún cuento de los que autoeditamos, probablemente Un delfín entre las estrellas, para hablarles de las basuras marinas y mostrarles algunos de los rastros y restos de especies que nos podemos encontrar a la orilla de la playa.
Presentaremos, junto a la Concejalía de Cultura y Educación del Ayuntamiento de El Ejido, dos nuevas actividades dirigidas a los centros escolares del municipio, enmarcadas en el Aula de Ecología que hemos diseñado y que llevamos años intentando poner en marcha.
La primera se llama Los cuatro bosques de Murgi y la idea es, además de darle unas pinceladas de la ciudad romana que ocupó nuestro territorio, mostrarles los cuatro bosques que aún podemos disfrutar en El Ejido y que ya aprovecharon los murgitanos.
Bosques que pasan desapercibidos porque no tienen árboles, pero que sus especies climáticas conforman un ecosistema que se estructura como un bosque: las artineras, los lentiscares y sabinares de las dunas costeras, y las praderas submarinas de Posidonia oceanica, además de los encinares y pinares de Sierra de Gádor.
La segunda de las actividades será un Estudio colaborativo de microplásticos a la orilla de la playa. Cada semana, un centro escolar realizará, en los mismos puntos, un muestreo de la arena para categorizar los residuos que encontremos, intentar entender de dónde vienen y buscar las soluciones para que no ocurra.
A la vez, estamos preparando dos actividades de voluntariado con diferentes colectivos ambientales y culturales. La primera será la retirada de una red enterrada en la playa de Torregarcía. Una red fantasma que descubrimos hace tres años, de la que se avisó a las autoridades para su retirada, y que aún sigue allí. Tiene huesos que solo sabremos de qué especie son cuando la saquemos y podamos llevarla al vertedero correspondiente.
Para celebrar el Día de los Humedales estamos organizando una visita al Humedal de Sotomontes, que esta semana, mientras reparten un millón de euros para lavar la cara de la gestión de las Salinas de Cabo de Gata, ha sido denunciado por el SEPRONA porque está siendo enterrado a conciencia con basuras y escombros de todo tipo, a pesar de que es el refugio de especies en peligro de extinción como la garcilla cangrejera o la malvasía cabeciblanca.
En el Día de la Educación Ambiental grabaremos nuestro programa de radio que esta semana lo dedicaremos a analizar las últimas sentencias sobre el corrupto, ilegal e indestructible Algarrobico. Además, colaboraremos con algunas emisoras a las que interesa lo que contamos, y publicaremos nuestra crítica opinión en los medios escritos que nos permiten expresar aquello que nos preocupa.
¿Monitor, guía, cuentacuentos, divulgador…? Sí, todos son una parte de mí, del educador ambiental que utiliza diversas herramientas en su proceso permanente para que adquiramos conciencia del medio en el que vivimos, aprendamos los conocimientos, los valores, las destrezas, las experiencias y sobre todo la determinación que nos capacite para actuar, de forma individual y colectiva, en la resolución de los problemas ambientales a los que nos enfrentamos y los que nos esperan en el futuro.
Aunque no consiga mi propósito, pondré mi granito de arena para intentarlo. Supongo que como tú, cada uno a su manera, según el mundo que quiera construir.
Sé que decir estas cosas es un poco atrevido, porque adjetivos como "utópico", "soñador", "prepotente", "soberbio", "imbécil", a saber cuál o todos juntos, estarán rondando por tu cabeza. A estas alturas, me da igual el que utilices y lo que pienses de mí.
Soy consciente de que seré derrotado. Otros con más talento, capacidad de trabajo, sabiduría, oportunidades, agallas, carisma, liderazgo, poder, visibilidad, lo intentaron y fracasaron. Yo, invisible, pequeño, inseguro, lento, casi solitario, con el conocimiento, los recursos y habilidades justos para sobrevivir, con mis traumas e incongruencias, poco original y con la educación ambiental y la literatura como bandera, no puedo llegar muy lejos. Lo sé, voy camino a la locura, pero algo me impide cambiar de dirección.
Durante esta semana visitaremos tres veces Punta Entinas Sabinar, dos con escolares y una con una asociación cultural con la que colaboramos. Expondremos en un colegio la exposición Aprendiendo a mirar este mismo espacio protegido.
Visitaremos un módulo de FP en La Cañada para mostrarles qué es la educación ambiental y contaremos algún cuento de los que autoeditamos, probablemente Un delfín entre las estrellas, para hablarles de las basuras marinas y mostrarles algunos de los rastros y restos de especies que nos podemos encontrar a la orilla de la playa.
Presentaremos, junto a la Concejalía de Cultura y Educación del Ayuntamiento de El Ejido, dos nuevas actividades dirigidas a los centros escolares del municipio, enmarcadas en el Aula de Ecología que hemos diseñado y que llevamos años intentando poner en marcha.
La primera se llama Los cuatro bosques de Murgi y la idea es, además de darle unas pinceladas de la ciudad romana que ocupó nuestro territorio, mostrarles los cuatro bosques que aún podemos disfrutar en El Ejido y que ya aprovecharon los murgitanos.
Bosques que pasan desapercibidos porque no tienen árboles, pero que sus especies climáticas conforman un ecosistema que se estructura como un bosque: las artineras, los lentiscares y sabinares de las dunas costeras, y las praderas submarinas de Posidonia oceanica, además de los encinares y pinares de Sierra de Gádor.
La segunda de las actividades será un Estudio colaborativo de microplásticos a la orilla de la playa. Cada semana, un centro escolar realizará, en los mismos puntos, un muestreo de la arena para categorizar los residuos que encontremos, intentar entender de dónde vienen y buscar las soluciones para que no ocurra.
A la vez, estamos preparando dos actividades de voluntariado con diferentes colectivos ambientales y culturales. La primera será la retirada de una red enterrada en la playa de Torregarcía. Una red fantasma que descubrimos hace tres años, de la que se avisó a las autoridades para su retirada, y que aún sigue allí. Tiene huesos que solo sabremos de qué especie son cuando la saquemos y podamos llevarla al vertedero correspondiente.
Para celebrar el Día de los Humedales estamos organizando una visita al Humedal de Sotomontes, que esta semana, mientras reparten un millón de euros para lavar la cara de la gestión de las Salinas de Cabo de Gata, ha sido denunciado por el SEPRONA porque está siendo enterrado a conciencia con basuras y escombros de todo tipo, a pesar de que es el refugio de especies en peligro de extinción como la garcilla cangrejera o la malvasía cabeciblanca.
En el Día de la Educación Ambiental grabaremos nuestro programa de radio que esta semana lo dedicaremos a analizar las últimas sentencias sobre el corrupto, ilegal e indestructible Algarrobico. Además, colaboraremos con algunas emisoras a las que interesa lo que contamos, y publicaremos nuestra crítica opinión en los medios escritos que nos permiten expresar aquello que nos preocupa.
¿Monitor, guía, cuentacuentos, divulgador…? Sí, todos son una parte de mí, del educador ambiental que utiliza diversas herramientas en su proceso permanente para que adquiramos conciencia del medio en el que vivimos, aprendamos los conocimientos, los valores, las destrezas, las experiencias y sobre todo la determinación que nos capacite para actuar, de forma individual y colectiva, en la resolución de los problemas ambientales a los que nos enfrentamos y los que nos esperan en el futuro.
Aunque no consiga mi propósito, pondré mi granito de arena para intentarlo. Supongo que como tú, cada uno a su manera, según el mundo que quiera construir.
MOI PALMERO
FOTOGRAFÍA: MOI PALMERO
FOTOGRAFÍA: MOI PALMERO