Recientemente me he visto en Córdoba con mi amigo Manolo Bellido, periodista que dirige Una de Cine, programa que se emite en Andalucía Televisión todos los domingos, a partir de las 20.00 horas. Como suele ser habitual, en los encuentros nos solemos intercambiar libros o discos. En esta ocasión me ha traído el último número de Litoral (para mí, la revista-libro mejor diseñada de este país); por mi parte, le entrego el libro Vida y muerte de don Álvaro de Luna que no hace mucho publiqué.
Como los números de Litoral suelen estar dedicados a una temática, el número 274 se centra en poemas dedicados a las aves (así está escrito en portada). Puesto que Manolo desde siempre ha sido un gran aficionado a la música, especialmente la publicada en formato de vinilo, escribe un artículo, Trinos como truenos. Ornitología y rocanrol, que viene ilustrado con numerosas portadas de discos en los que aparecen diversos pájaros.
“Manolo, ¿te importa que dedique un número de Discos y portadas a este tema, ya que encaja perfectamente en la línea de estudio del diseño de portadas que suelo realizar?”, le pregunto, sabiendo que no va a poner ninguna objeción.
“En absoluto. Es más, de algún modo esto es una forma de promoción de la revista”, me responde, sabiendo el interés de esta temática que cada cierto tiempo aparece dentro de la sección que titulé como Negro sobre blanco.
Así pues, este artículo viene a ser una selección de diez álbumes que han sido diseñados con algún ave en su portada. Los comentarios que realizo serán muy breves, pues lo que tiene interés es observar con cierto detenimiento la imagen que sirve de carta de presentación visual a la música que está grabada en esos discos.
Siempre me ha parecido esta portada del grupo capitaneado por Carlos Santana de las mejores que se publicaron en la década de los setenta. Fue diseñada por John Berg. Por otro lado, el contraste cromático entre la imagen blanca de la paloma y el torso desnudo de un joven negro que la tiene cogida con su mano derecha es magnífico.
La paloma junto al águila son los dos pájaros que con mayor asiduidad han aparecido en las carátulas de los discos. No es extrañar, pues, que el primer disco de Emerson, Lake & Palmer, lanzado en 1970, se viera en la portada el sutil diseño de un perfil masculino (en la izquierda) y femenino (derecha) dejando entre ellos la forma de una paloma blanca lanzada al vuelo.
El 10 de enero de este año de 2023 se despedía definitivamente de nosotros Jeff Beck, uno de los grandes guitarristas del rock. En su disco de 2010, Emotion & Commotion, sobre un fondo ocre, aparecía volando un águila que portaba entre sus garras una guitarra similar a la que utilizaba este artista británico.
Se puede entender perfectamente que el afamado grupo estadounidense de country rock Eagles acudiera a la representación de un águila en algunas de sus portadas. En este su tercer álbum, On the Border, de 1974, acudieron al dibujo de un águila como protagonista del diseño de la carátula.
El dúo de Zaragoza, formado por Eva Amaral y Juan Aguirre, acudiría en su sexto trabajo de estudio de 2011, Hacia lo salvaje, al diseño de la portada tomando como motivo central el perfil de un águila en el que aparece recortada una fotografía de ambos. De este modo, el águila se muestra como símbolo de lo indómito, de lo que no que todavía no ha sido ‘domesticado’ por una sociedad hiperplanificada.
Sé que uno de los cantautores más brillantes del panorama del folk rock estadounidense, Townes van Zandt, es escasamente conocido en nuestro país. De todos modos, la portada que lleva por título The Townes Van Zandt Covers, de 2016, es magnífica. En ella se nos presenta el esqueleto de un águila con las alas y la cola extendidas, sobre un círculo dorado oscuro y un fondo rojo.
En la música de jazz también aparece este tipo de diseño. Como ejemplo se encuentra el aclamado trabajo de Chick Corea de 1972: Return to forever. Muy acorde con su música es la fotografía de la portada, en la que una gaviota sobrevuela las aguas de un mar intensamente azul.
El cuervo es un pájaro que protagoniza innumerables relatos, siempre ligado a profecías tenebrosas, acorde con su plumaje negro. En este disco de 2009, Secret, Profane & Sugarcane, que lanzó Elvis Costello, se ve dibujado un cuervo negro al que le rodean círculos con diferentes dibujos en su interior.
Aunque parezca mentira, lo cierto es que el flamenco lo encontramos en algunas portadas, aunque este, Gore, del grupo estadounidense Deftones, que vio la luz en 2016, resulta ser una fotografía de una bandada de flamencos rosados volando.
Hay grupos que parecen destinados a durar eternamente. Digo esto porque Jethro Tull, nacido en 1968 con el álbum This Was, lanzó el año pasado The Zealot Gene. En medio de esa larga existencia, su líder, Ian Anderson, grabó en solitario seis discos. Este que cierra la selección que he realizado es de 1998. Como vemos, en la portada aparecen dibujadas dos cotorras que parecen intercambiarse secretos entre ellas.
Como los números de Litoral suelen estar dedicados a una temática, el número 274 se centra en poemas dedicados a las aves (así está escrito en portada). Puesto que Manolo desde siempre ha sido un gran aficionado a la música, especialmente la publicada en formato de vinilo, escribe un artículo, Trinos como truenos. Ornitología y rocanrol, que viene ilustrado con numerosas portadas de discos en los que aparecen diversos pájaros.
“Manolo, ¿te importa que dedique un número de Discos y portadas a este tema, ya que encaja perfectamente en la línea de estudio del diseño de portadas que suelo realizar?”, le pregunto, sabiendo que no va a poner ninguna objeción.
“En absoluto. Es más, de algún modo esto es una forma de promoción de la revista”, me responde, sabiendo el interés de esta temática que cada cierto tiempo aparece dentro de la sección que titulé como Negro sobre blanco.
Así pues, este artículo viene a ser una selección de diez álbumes que han sido diseñados con algún ave en su portada. Los comentarios que realizo serán muy breves, pues lo que tiene interés es observar con cierto detenimiento la imagen que sirve de carta de presentación visual a la música que está grabada en esos discos.
Siempre me ha parecido esta portada del grupo capitaneado por Carlos Santana de las mejores que se publicaron en la década de los setenta. Fue diseñada por John Berg. Por otro lado, el contraste cromático entre la imagen blanca de la paloma y el torso desnudo de un joven negro que la tiene cogida con su mano derecha es magnífico.
La paloma junto al águila son los dos pájaros que con mayor asiduidad han aparecido en las carátulas de los discos. No es extrañar, pues, que el primer disco de Emerson, Lake & Palmer, lanzado en 1970, se viera en la portada el sutil diseño de un perfil masculino (en la izquierda) y femenino (derecha) dejando entre ellos la forma de una paloma blanca lanzada al vuelo.
El 10 de enero de este año de 2023 se despedía definitivamente de nosotros Jeff Beck, uno de los grandes guitarristas del rock. En su disco de 2010, Emotion & Commotion, sobre un fondo ocre, aparecía volando un águila que portaba entre sus garras una guitarra similar a la que utilizaba este artista británico.
Se puede entender perfectamente que el afamado grupo estadounidense de country rock Eagles acudiera a la representación de un águila en algunas de sus portadas. En este su tercer álbum, On the Border, de 1974, acudieron al dibujo de un águila como protagonista del diseño de la carátula.
El dúo de Zaragoza, formado por Eva Amaral y Juan Aguirre, acudiría en su sexto trabajo de estudio de 2011, Hacia lo salvaje, al diseño de la portada tomando como motivo central el perfil de un águila en el que aparece recortada una fotografía de ambos. De este modo, el águila se muestra como símbolo de lo indómito, de lo que no que todavía no ha sido ‘domesticado’ por una sociedad hiperplanificada.
Sé que uno de los cantautores más brillantes del panorama del folk rock estadounidense, Townes van Zandt, es escasamente conocido en nuestro país. De todos modos, la portada que lleva por título The Townes Van Zandt Covers, de 2016, es magnífica. En ella se nos presenta el esqueleto de un águila con las alas y la cola extendidas, sobre un círculo dorado oscuro y un fondo rojo.
En la música de jazz también aparece este tipo de diseño. Como ejemplo se encuentra el aclamado trabajo de Chick Corea de 1972: Return to forever. Muy acorde con su música es la fotografía de la portada, en la que una gaviota sobrevuela las aguas de un mar intensamente azul.
El cuervo es un pájaro que protagoniza innumerables relatos, siempre ligado a profecías tenebrosas, acorde con su plumaje negro. En este disco de 2009, Secret, Profane & Sugarcane, que lanzó Elvis Costello, se ve dibujado un cuervo negro al que le rodean círculos con diferentes dibujos en su interior.
Aunque parezca mentira, lo cierto es que el flamenco lo encontramos en algunas portadas, aunque este, Gore, del grupo estadounidense Deftones, que vio la luz en 2016, resulta ser una fotografía de una bandada de flamencos rosados volando.
Hay grupos que parecen destinados a durar eternamente. Digo esto porque Jethro Tull, nacido en 1968 con el álbum This Was, lanzó el año pasado The Zealot Gene. En medio de esa larga existencia, su líder, Ian Anderson, grabó en solitario seis discos. Este que cierra la selección que he realizado es de 1998. Como vemos, en la portada aparecen dibujadas dos cotorras que parecen intercambiarse secretos entre ellas.
AURELIANO SÁINZ