La verdad es que ya estamos un tanto saturados de ese protagonismo madrileño en la información de cada día pero, por eso mismo, no puedo permanecer ajeno a los resultados de las elecciones que recientemente se han celebrado allí, con la abrumadora victoria de su simpática y dicharachera presidenta, Isabel Díaz Ayuso.
Me comentaba algún corresponsal de la Villa y Corte que la propaganda electoral de la susodicha contenía un extremadamente sucinto pero contundente programa: únicamente aparecía la palabra “Libertad”, eso sí con grandes letras y cuidada tipografía: la “A” de “ libertad ” tenía un diseño especial idéntico a la “ A ” del apellido de la presidenta-candidata, lo cual me parece propio de sutil ingenio. El resto era el papel inmaculadamente blanco.
Nada más ver escritas las palabras anteriores (“inmaculadamente blanco”) me acuerdo de una imagen “dolorosa” de esta castiza “Madonna” que publicó un diario de la capital y que dio lugar a numerosos comentarios. ¡Qué astucia comunicativa, sustituir las aburridas propuestas de gestión por la densidad iconográfica del virginal papel en blanco y sus emotivas sugerencias!
En todo caso, vaya gran éxito con una sola palabra. Así que me he propuesto averiguar algo más sobre la dichosa expresión, “Libertad”, que quizás traté de forma algo frívola en un artículo anterior. He comenzado por buscar en Internet y me he desanimado un tanto al ver la extensión y complejidad de los sitios que podrían ilustrarme sobre tan noble concepto. Así que decido coger un atajo y, como lo mío es la comunicación visual, hago una nueva búsqueda, pero esta vez por imágenes y me encuentro con este asequible e interesante resultado.
Estas son las primeras 19 imágenes que surgen tras la búsqueda de la palabra “Libertad”. Observamos cadenas (rotas), aves, personas que miran hacia arriba o que saltan, una emblemática y conocida estatua y hasta una bicicleta. Si las analizamos de manera somera podemos distinguir tres rasgos dominantes:
1) Los brazos abiertos se ven en 16 de las imágenes. En una hay una cadena rota (abierta) y en las otras dos vemos un solo brazo en alto, el de una famosa estatua y un brazo anónimo que sostiene una cadena frente al cielo.
2) El cielo tiene notable protagonismo en 16 imágenes y, en trece de ellas, es significativa la presencia directa o indirecta del Sol. El relevante papel de las alturas celestiales es subrayado por el hecho de que más de la mitad de los personajes miran hacia arriba.
3) En 16 vistas el protagonista es un solo individuo. Solamente en una hay varias personas, en otra es una estatua (individual, claro) y, en la restante, hay cadenas y pájaros.
En resumen, la libertad es algo individual, celeste, soleado y, lo que parece fundamental, con los brazos abiertos. Y como esto del individualismo me suena a una de esas cosas que se decían características del “indomable pueblo español”, pienso que quizás hay un sesgo en la búsqueda por haberla hecho en español. Así que la vuelvo a hacer, pero ahora con el equivalente inglés: “freedom”. Y esto es lo que veo en las primeras tres líneas:
Hay un total de 22 “ilustraciones” para “freedom”. No parecen muy diferentes de las que aparecían en la búsqueda para “libertad”. Pero podemos señalar algunas diferencias:
1) Hay 17 protagonistas individuales, ningún sujeto colectivo, y unas manos que sujetan entre sus dedos la “libertad” (“freedom”), de un tamaño portable, asequible, manejable: como debe ser. Dos estatuas de la libertad, un ave y, como no podía ser menos, una carretera. ¡Qué mejor libertad que la que nos da una carretera bien asfaltada! Y, por cierto, sin un solo árbol en el horizonte y con un destino un tanto vago, tal y como indican las nubes que desdibujan el término de la calzada.
2) Aquí el cielo es protagonista en absolutamente todas las imágenes. No hay duda: la libertad es algo más celeste que terrenal, más una aspiración, que una vivencia real, excepto si saltas, sobre todo si eres capaz de saltar mucho, como los masáis. ¡Qué suerte! ¡Estos sí que deben de gozar de una gran libertad, saltando tan alto! La libertad es algo tan celestial que, incluso, la pedestre carretera fuga hacia las nubes.
3) Parece que los angloparlantes también gozan de la libertad abriendo los brazos, tal y como vemos en 15 de las 22 imágenes. La Estatua de la Libertad solo levanta un brazo porque el otro lo tiene ocupado sujetando una tabla con la fecha de la Independencia de EEUU, que simboliza la ley o el derecho (¿esto simboliza que las leyes nos impiden saltar con los dos brazos en alto y disfrutar plenamente de la libertad? Además, si en la otra mano hay una antorcha, ¿con qué mano sujetamos la caña de cerveza, tan emblemática ella de la Libertad con mayúsculas?).
Me comentaba algún corresponsal de la Villa y Corte que la propaganda electoral de la susodicha contenía un extremadamente sucinto pero contundente programa: únicamente aparecía la palabra “Libertad”, eso sí con grandes letras y cuidada tipografía: la “A” de “ libertad ” tenía un diseño especial idéntico a la “ A ” del apellido de la presidenta-candidata, lo cual me parece propio de sutil ingenio. El resto era el papel inmaculadamente blanco.
Nada más ver escritas las palabras anteriores (“inmaculadamente blanco”) me acuerdo de una imagen “dolorosa” de esta castiza “Madonna” que publicó un diario de la capital y que dio lugar a numerosos comentarios. ¡Qué astucia comunicativa, sustituir las aburridas propuestas de gestión por la densidad iconográfica del virginal papel en blanco y sus emotivas sugerencias!
En todo caso, vaya gran éxito con una sola palabra. Así que me he propuesto averiguar algo más sobre la dichosa expresión, “Libertad”, que quizás traté de forma algo frívola en un artículo anterior. He comenzado por buscar en Internet y me he desanimado un tanto al ver la extensión y complejidad de los sitios que podrían ilustrarme sobre tan noble concepto. Así que decido coger un atajo y, como lo mío es la comunicación visual, hago una nueva búsqueda, pero esta vez por imágenes y me encuentro con este asequible e interesante resultado.
Estas son las primeras 19 imágenes que surgen tras la búsqueda de la palabra “Libertad”. Observamos cadenas (rotas), aves, personas que miran hacia arriba o que saltan, una emblemática y conocida estatua y hasta una bicicleta. Si las analizamos de manera somera podemos distinguir tres rasgos dominantes:
1) Los brazos abiertos se ven en 16 de las imágenes. En una hay una cadena rota (abierta) y en las otras dos vemos un solo brazo en alto, el de una famosa estatua y un brazo anónimo que sostiene una cadena frente al cielo.
2) El cielo tiene notable protagonismo en 16 imágenes y, en trece de ellas, es significativa la presencia directa o indirecta del Sol. El relevante papel de las alturas celestiales es subrayado por el hecho de que más de la mitad de los personajes miran hacia arriba.
3) En 16 vistas el protagonista es un solo individuo. Solamente en una hay varias personas, en otra es una estatua (individual, claro) y, en la restante, hay cadenas y pájaros.
En resumen, la libertad es algo individual, celeste, soleado y, lo que parece fundamental, con los brazos abiertos. Y como esto del individualismo me suena a una de esas cosas que se decían características del “indomable pueblo español”, pienso que quizás hay un sesgo en la búsqueda por haberla hecho en español. Así que la vuelvo a hacer, pero ahora con el equivalente inglés: “freedom”. Y esto es lo que veo en las primeras tres líneas:
Hay un total de 22 “ilustraciones” para “freedom”. No parecen muy diferentes de las que aparecían en la búsqueda para “libertad”. Pero podemos señalar algunas diferencias:
1) Hay 17 protagonistas individuales, ningún sujeto colectivo, y unas manos que sujetan entre sus dedos la “libertad” (“freedom”), de un tamaño portable, asequible, manejable: como debe ser. Dos estatuas de la libertad, un ave y, como no podía ser menos, una carretera. ¡Qué mejor libertad que la que nos da una carretera bien asfaltada! Y, por cierto, sin un solo árbol en el horizonte y con un destino un tanto vago, tal y como indican las nubes que desdibujan el término de la calzada.
2) Aquí el cielo es protagonista en absolutamente todas las imágenes. No hay duda: la libertad es algo más celeste que terrenal, más una aspiración, que una vivencia real, excepto si saltas, sobre todo si eres capaz de saltar mucho, como los masáis. ¡Qué suerte! ¡Estos sí que deben de gozar de una gran libertad, saltando tan alto! La libertad es algo tan celestial que, incluso, la pedestre carretera fuga hacia las nubes.
3) Parece que los angloparlantes también gozan de la libertad abriendo los brazos, tal y como vemos en 15 de las 22 imágenes. La Estatua de la Libertad solo levanta un brazo porque el otro lo tiene ocupado sujetando una tabla con la fecha de la Independencia de EEUU, que simboliza la ley o el derecho (¿esto simboliza que las leyes nos impiden saltar con los dos brazos en alto y disfrutar plenamente de la libertad? Además, si en la otra mano hay una antorcha, ¿con qué mano sujetamos la caña de cerveza, tan emblemática ella de la Libertad con mayúsculas?).
JES JIMÉNEZ