Cáritas Diocesanas de Córdoba, a través de las 167 Cáritas Parroquiales de la provincia y los Servicios Generales de la organización católica caritativa, atendió durante 2018 a cerca de 25.000 personas a través de sus programas de atención y reinserción laboral, a los que se destinaron 4,6 millones de euros. De esta forma, según el balance anual publicado por la institución con motivo de la reciente celebración del Día de la Caridad, los 1.650 voluntarios de Cáritas en la provincia dieron respuesta a las principales demandas de las personas más vulnerables.
Según el informe presentado por el montillano Salvador Ruiz, director de Cáritas Córdoba, junto al delegado diocesano, Manuel María Hinojosa, y la secretaria general de de la organización, Laly Ramírez, durante 2018 la red de Cáritas Parroquiales atendió a cerca de 20.000 familias en toda la provincia gracias a una inversión que superó los 781.000 euros, destinados a atender necesidades de alimentación, empleo, vivienda, gastos de farmacia, formación o transporte.
Junto a ello, desde los Servicios Generales de Cáritas Diocesana, a través de sus proyectos de atención a personas en situación de vulnerabilidad social, empleo y atención a personas sin hogar, se pudo ayudar a cerca de 4.000 personas, lo que supuso una inversión de 2,5 millones de euros en programas de intervención social.
Entre estas acciones, Ruiz destacó el esfuerzo en los programas de acompañamiento, orientación, intermediación e inserción sociolaboral, de los que se beneficiaron 353 personas. De ellas, 156 pudieron ser contratadas desde los servicios de Cáritas y la empresa de inserción SOLEMCCOR (Solidaridad y Empleo de Cáritas en Córdoba), con una inversión de 2,1 millones de euros.
"Si sumamos la inversión global, Cáritas Diocesana de Córdoba ha dedicado 4,6 millones de euros en su servicio a las personas que sufren riesgo o situación de pobreza y exclusión en nuestra provincia", destacó el director de la organización católica caritativa que, a su vez, apuntó que en la provincia el rostro de la persona acompañada por Cáritas se corresponde mayoritariamente con una mujer, de entre 20 y 40 años, de nacionalidad española, con hijos a su cargo y sin formación o sólo con estudios primarios.
Asimismo, el balance del pasado año recoge un aumento de las atenciones a personas desempleadas que acuden ante el agotamiento de las prestaciones sociales y parados de larga duración, "situación que es especialmente crítica en los márgenes del desempleo juvenil o en los sectores de 55 o más años".
Junto a estos proyectos, según destacaron los responsables provinciales de Cáritas, la organización cordobesa ha mantenido su cooperación internacional con las Cáritas del Sur, colaborando con proyectos en Tánger, Jerusalén o Picota (Perú), además de las ayudas a emergencias ante catástrofes naturales, hambruna, guerra o epidemias (Malí Sahel, Siria -refugiados-, Perú, Cuerno de África, América Latina y Caribe).
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN