El voluntariado de Cruz Roja en la provincia de Córdoba, a través de su servicio de Proximidad Local de las diferentes asambleas locales, realiza este verano el seguimiento telefónico de más de 1.200 personas mayores para conocer su estado de salud en cada momento y ofrecerles una serie de consejos básicos que les permitan prevenir los efectos de las altas temperaturas.
A través del centro de contacto que coordina este programa, los voluntarios de Cruz Roja vienen realizando desde principios de verano –y con especial incidencia en los últimos días ante las altas temperaturas que se viene registrando en la provincia– un seguimiento de los usuarios de este servicio. Toda la información sobre la situación de estas personas se recoge en una base de datos en la que se almacena información sobre quienes requieren una especial atención por su situación de riesgo, enfermedad o vulnerabilidad.
De este modo, la iniciativa persigue no solo proporcionar información sobre cómo afrontar las altas temperaturas evitando riesgos para la salud, sino también detectar posibles casos de malestar de personas por el calor y activar, en el caso de que sea necesario, a los servicios de emergencia.
Como se recuerda en la campaña Yo me protejo ante el calor que Cruz Roja ha activado para la temporada estival, los problemas de salud asociados a las altas temperaturas pueden evitarse con medidas como beber abundantes líquidos, refrescarse la cabeza, usar un abanico, vestir con ropas ligeras o evitar las comidas copiosas y pesadas.
Y es que el calor intenso puede tener una serie de efectos negativos sobre la salud como debilidad, fatiga, dolor de cabeza, falta de apetito, insomnio o calambres, y son especialmente preocupantes para colectivos más vulnerables como la infancia o las personas mayores. No en vano, un tanto por ciento importante de la accidentabilidad de las personas mayores se debe a mareos y lipotimias.
Por ello, Cruz Roja anima a la ciudadanía a visitar su portal web y seguir los consejos que allí se muestran para evitar los posibles riesgos asociados. Entre otros, las insolaciones producidas por los fallos que en el mecanismo de la sudoración acaba provocando las temperaturas muy elevadas durante un periodo de tiempo prolongado.
Además de la edad, otros factores de riesgo añadido ante las altas temperaturas son las enfermedades del corazón o respiratorias, las demencias, la obesidad o la ingesta de medicamentos y alcohol. Por ello, la institución humanitaria recuerda que, en caso de encontrarse mal por el calor, se debe parar la actividad que se esté haciendo, buscar un sitio fresco y pedir ayuda.
A través del centro de contacto que coordina este programa, los voluntarios de Cruz Roja vienen realizando desde principios de verano –y con especial incidencia en los últimos días ante las altas temperaturas que se viene registrando en la provincia– un seguimiento de los usuarios de este servicio. Toda la información sobre la situación de estas personas se recoge en una base de datos en la que se almacena información sobre quienes requieren una especial atención por su situación de riesgo, enfermedad o vulnerabilidad.
De este modo, la iniciativa persigue no solo proporcionar información sobre cómo afrontar las altas temperaturas evitando riesgos para la salud, sino también detectar posibles casos de malestar de personas por el calor y activar, en el caso de que sea necesario, a los servicios de emergencia.
Como se recuerda en la campaña Yo me protejo ante el calor que Cruz Roja ha activado para la temporada estival, los problemas de salud asociados a las altas temperaturas pueden evitarse con medidas como beber abundantes líquidos, refrescarse la cabeza, usar un abanico, vestir con ropas ligeras o evitar las comidas copiosas y pesadas.
Y es que el calor intenso puede tener una serie de efectos negativos sobre la salud como debilidad, fatiga, dolor de cabeza, falta de apetito, insomnio o calambres, y son especialmente preocupantes para colectivos más vulnerables como la infancia o las personas mayores. No en vano, un tanto por ciento importante de la accidentabilidad de las personas mayores se debe a mareos y lipotimias.
Por ello, Cruz Roja anima a la ciudadanía a visitar su portal web y seguir los consejos que allí se muestran para evitar los posibles riesgos asociados. Entre otros, las insolaciones producidas por los fallos que en el mecanismo de la sudoración acaba provocando las temperaturas muy elevadas durante un periodo de tiempo prolongado.
Además de la edad, otros factores de riesgo añadido ante las altas temperaturas son las enfermedades del corazón o respiratorias, las demencias, la obesidad o la ingesta de medicamentos y alcohol. Por ello, la institución humanitaria recuerda que, en caso de encontrarse mal por el calor, se debe parar la actividad que se esté haciendo, buscar un sitio fresco y pedir ayuda.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL