La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la segunda convocatoria de ayudas dirigidas a las agroindustrias de la comunidad autónoma, que sumará otros 68,6 millones de euros a los 108,1 ya puestos a disposición del sector en 2017 para respaldar inversiones en transformación, comercialización y desarrollo de productos.
Son ya, por tanto, 176,7 millones de euros con los que, según aseveró el titular de este departamento autonómico, “cumplimos con nuestro compromiso de poner todos los recursos a nuestro alcance, y en el menor tiempo posible, al servicio de la modernización del tejido agroindustrial con el firme objetivo de que “crezca, gane competitividad, genere mayor valor añadido y, por tanto, cree más riqueza, empleo y bienestar en nuestro medio rural”.
Los incentivos, enmarcados dentro del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía 2014-2020, se distribuyen en tres líneas diferenciadas. La primera, dirigida a pequeñas y medianas empresas (pymes) agroalimentarias, cuenta con una nueva dotación de 32,5 millones de euros; y la segunda, que abarca a grandes empresas del sector, con otros 15,1 millones de euros.
La asignación de la última, orientada de manera específica al sector del olivar, se eleva hasta los 21 millones de euros. Estas inyecciones, cofinanciadas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (75%) y las administraciones autonómica y central (17,5 y 7,5 por ciento, respectivamente), complementa los 51,2; los 27,5 y los 29,3 millones de euros convocados para cada una de estas medidas en 2017, cuando, como recordó Rodrigo Sánchez Haro, “ante el gran número de solicitudes, ya triplicamos el presupuesto previsto inicialmente”.
La orden, que establece un límite de cinco millones de euros por cada proyecto de inversión, se encuadra dentro del Plan Estratégico para la Agroindustria de Andalucía. Horizonte 2020 y presenta como principal novedad una mayor intensidad de ayudas por la creación de empleo y por la dimensión a través de las Entidades Asociativas Prioritarias nacionales o regionales.
Se tienen en cuenta, además, el grado de integración y el aumento de dimensión, la innovación, la internacionalización, la eficiencia ambiental y la valorización de residuos, sin olvidar la ubicación en municipios rurales, la participación de mujeres y jóvenes en los órganos de decisión, la certificación de producción ecológica o las denominaciones de origen, entre otros criterios que tendrán que cumplirse a la fecha de finalización del plazo de presentación de solicitudes. Éste se alargará hasta el próximo 22 de mayo (tres meses desde el día siguiente a su publicación en el BOJA).
Los fondos apoyarán, entre otras iniciativas, la modernización de canales de comercialización y procedimientos de manipulación y transformación, la presentación de los productos, la aplicación de nuevas tecnologías, la diversificación de producciones, la implantación de sistemas de gestión de calidad y la mejora de la trazabilidad y de la eficiencia energética, así como la reutilización y el aprovechamiento de subproductos.
Se trata, afirmó el responsable de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, de favorecer el aumento de la dimensión de las empresas, la diferenciación y comercialización de sus producciones, la sostenibilidad ambiental, la innovación en el sector, la calidad y la trazabilidad y la apertura a nuevos mercados y estrategias de comercialización.
La industria agroalimentaria andaluza
El tejido agroalimentario andaluz cuenta en la actualidad con más de 5.200 empresas de alimentación y bebidas que posicionan a este subsector industrial como el más importante de la comunidad en cuanto a empleo (más de 46.000 ocupados) y el segundo en términos de valor añadido, tan sólo superado en este ámbito por las actividades extractivas.
En cuanto a su facturación, los registros superan los 14.000 millones de euros. Las empresas agroalimentarias aportan alrededor del 24 por ciento del empleo, el 21 de la facturación y el 18 por ciento del valor añadido de la industria de la región.
Son ya, por tanto, 176,7 millones de euros con los que, según aseveró el titular de este departamento autonómico, “cumplimos con nuestro compromiso de poner todos los recursos a nuestro alcance, y en el menor tiempo posible, al servicio de la modernización del tejido agroindustrial con el firme objetivo de que “crezca, gane competitividad, genere mayor valor añadido y, por tanto, cree más riqueza, empleo y bienestar en nuestro medio rural”.
Los incentivos, enmarcados dentro del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía 2014-2020, se distribuyen en tres líneas diferenciadas. La primera, dirigida a pequeñas y medianas empresas (pymes) agroalimentarias, cuenta con una nueva dotación de 32,5 millones de euros; y la segunda, que abarca a grandes empresas del sector, con otros 15,1 millones de euros.
La asignación de la última, orientada de manera específica al sector del olivar, se eleva hasta los 21 millones de euros. Estas inyecciones, cofinanciadas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (75%) y las administraciones autonómica y central (17,5 y 7,5 por ciento, respectivamente), complementa los 51,2; los 27,5 y los 29,3 millones de euros convocados para cada una de estas medidas en 2017, cuando, como recordó Rodrigo Sánchez Haro, “ante el gran número de solicitudes, ya triplicamos el presupuesto previsto inicialmente”.
La orden, que establece un límite de cinco millones de euros por cada proyecto de inversión, se encuadra dentro del Plan Estratégico para la Agroindustria de Andalucía. Horizonte 2020 y presenta como principal novedad una mayor intensidad de ayudas por la creación de empleo y por la dimensión a través de las Entidades Asociativas Prioritarias nacionales o regionales.
Se tienen en cuenta, además, el grado de integración y el aumento de dimensión, la innovación, la internacionalización, la eficiencia ambiental y la valorización de residuos, sin olvidar la ubicación en municipios rurales, la participación de mujeres y jóvenes en los órganos de decisión, la certificación de producción ecológica o las denominaciones de origen, entre otros criterios que tendrán que cumplirse a la fecha de finalización del plazo de presentación de solicitudes. Éste se alargará hasta el próximo 22 de mayo (tres meses desde el día siguiente a su publicación en el BOJA).
Los fondos apoyarán, entre otras iniciativas, la modernización de canales de comercialización y procedimientos de manipulación y transformación, la presentación de los productos, la aplicación de nuevas tecnologías, la diversificación de producciones, la implantación de sistemas de gestión de calidad y la mejora de la trazabilidad y de la eficiencia energética, así como la reutilización y el aprovechamiento de subproductos.
Se trata, afirmó el responsable de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, de favorecer el aumento de la dimensión de las empresas, la diferenciación y comercialización de sus producciones, la sostenibilidad ambiental, la innovación en el sector, la calidad y la trazabilidad y la apertura a nuevos mercados y estrategias de comercialización.
La industria agroalimentaria andaluza
El tejido agroalimentario andaluz cuenta en la actualidad con más de 5.200 empresas de alimentación y bebidas que posicionan a este subsector industrial como el más importante de la comunidad en cuanto a empleo (más de 46.000 ocupados) y el segundo en términos de valor añadido, tan sólo superado en este ámbito por las actividades extractivas.
En cuanto a su facturación, los registros superan los 14.000 millones de euros. Las empresas agroalimentarias aportan alrededor del 24 por ciento del empleo, el 21 de la facturación y el 18 por ciento del valor añadido de la industria de la región.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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