Consumidores andaluces han dado la voz de alarma ante las prácticas de venta presuntamente fraudulentas de CooliCool, una tienda online de electrónica que suministra desde China smartphones o tablet a precios muy baratos. La compañía, que cuenta con un almacén logístico en la localidad madrileña de Ciempozuelos, acumula centenares de incidencias por malas prácticas, muchas de ellas denunciadas desde Andalucía.
Palabras como “estafa”, “fraude”, “engaño” o “timo” aparecen vinculadas a CooliCool en los principales buscadores de Internet y en foros especializados como HTC Manía, Móviles Chinos o El Rincón del Comprador, donde se acumulan las opiniones negativas de clientes de toda Andalucía contra la empresa, que también opera bajo los nombres de Myefox, Efoxmail o Antelive.
Al servicio de atención al cliente más que deficitario –con el que únicamente se puede contactar mediante correos electrónicos que, posteriormente, solo responden en inglés o chino– se suman las condiciones de garantía que, según los técnicos de Consumo consultados por este periódico, incumplen gravemente el Real Decreto Legislativo 1/2007 de 16 de noviembre por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
Y es que, pese a que la legislación española marca un periodo mínimo de garantía de dos años, CooliCool solo ofrece doce meses de garantía lo que, a juicio de algunos expertos, “puede indicar que están vendiendo como nuevos productos que, en realidad, son de segunda mano”.
De igual modo, tal y como ha podido constatar este periódico, la compañía incumple su propia Política de Devoluciones, al negar el derecho de desistimiento que las leyes europeas reconocen a cualquier consumidor que ha adquirido un producto “a distancia” o “fuera de un establecimiento mercantil”.
“Compré en CooliCool un teléfono móvil que, al llegar a casa, tenía la pantalla rota”, relata un cliente de la compañía que, tras cruzarse una decena de correos con su servicio de atención al cliente, tan solo ha conseguido que le ofrezcan la devolución del 80 por ciento del importe que abonó.
“Te dicen que un impacto en el cristal de la pantalla no afecta al funcionamiento del teléfono y que, como máximo, te pueden devolver el 80 por ciento del importe, con lo que entiendo que te están robando el 20 por ciento restante”, señala otro afectado por la compañía que, en primera instancia, trató de “compensar” con 5 euros los daños que presentaba un terminal nuevo. “Cualquier persona sabe que reemplazar la pantalla de un teléfono móvil vale más de cinco euros, de modo que es lógico que me sienta estafado y engañado por esta empresa”, relata.
Sin embargo, la opción de devolución del producto tampoco parece viable, en atención de las múltiples incidencias denunciadas en Internet por consumidores. “Un amigo mío aceptó que le reembolsaran solo el 80 por ciento del importe y, cuando devolvió el teléfono defectuoso, se quedaron con la mercancía y con el dinero y nunca más le respondieron”, explica otro testimonio.
Tal y como señala María del Sagrario Bermúdez, profesora de Derecho Civil del Centro de Estudios de Consumo de la Universidad de Castilla-La Mancha, “el ejercicio del derecho de desistimiento no puede implicar gasto alguno para el consumidor y usuario”, como recoge expresamente el artículo 73 del Texto Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
A su vez, la misma normativa resalta que “cuando el consumidor y usuario haya ejercido el derecho de desistimiento, el empresario estará obligado a devolver las sumas abonadas por el consumidor y usuario sin retención de gastos”. A su vez, “la devolución de estas sumas deberá efectuarse lo antes posible y, en cualquier caso, en el plazo máximo de treinta días desde el desistimiento”.
Palabras como “estafa”, “fraude”, “engaño” o “timo” aparecen vinculadas a CooliCool en los principales buscadores de Internet y en foros especializados como HTC Manía, Móviles Chinos o El Rincón del Comprador, donde se acumulan las opiniones negativas de clientes de toda Andalucía contra la empresa, que también opera bajo los nombres de Myefox, Efoxmail o Antelive.
Al servicio de atención al cliente más que deficitario –con el que únicamente se puede contactar mediante correos electrónicos que, posteriormente, solo responden en inglés o chino– se suman las condiciones de garantía que, según los técnicos de Consumo consultados por este periódico, incumplen gravemente el Real Decreto Legislativo 1/2007 de 16 de noviembre por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
Y es que, pese a que la legislación española marca un periodo mínimo de garantía de dos años, CooliCool solo ofrece doce meses de garantía lo que, a juicio de algunos expertos, “puede indicar que están vendiendo como nuevos productos que, en realidad, son de segunda mano”.
De igual modo, tal y como ha podido constatar este periódico, la compañía incumple su propia Política de Devoluciones, al negar el derecho de desistimiento que las leyes europeas reconocen a cualquier consumidor que ha adquirido un producto “a distancia” o “fuera de un establecimiento mercantil”.
“Compré en CooliCool un teléfono móvil que, al llegar a casa, tenía la pantalla rota”, relata un cliente de la compañía que, tras cruzarse una decena de correos con su servicio de atención al cliente, tan solo ha conseguido que le ofrezcan la devolución del 80 por ciento del importe que abonó.
“Te dicen que un impacto en el cristal de la pantalla no afecta al funcionamiento del teléfono y que, como máximo, te pueden devolver el 80 por ciento del importe, con lo que entiendo que te están robando el 20 por ciento restante”, señala otro afectado por la compañía que, en primera instancia, trató de “compensar” con 5 euros los daños que presentaba un terminal nuevo. “Cualquier persona sabe que reemplazar la pantalla de un teléfono móvil vale más de cinco euros, de modo que es lógico que me sienta estafado y engañado por esta empresa”, relata.
Sin embargo, la opción de devolución del producto tampoco parece viable, en atención de las múltiples incidencias denunciadas en Internet por consumidores. “Un amigo mío aceptó que le reembolsaran solo el 80 por ciento del importe y, cuando devolvió el teléfono defectuoso, se quedaron con la mercancía y con el dinero y nunca más le respondieron”, explica otro testimonio.
Tal y como señala María del Sagrario Bermúdez, profesora de Derecho Civil del Centro de Estudios de Consumo de la Universidad de Castilla-La Mancha, “el ejercicio del derecho de desistimiento no puede implicar gasto alguno para el consumidor y usuario”, como recoge expresamente el artículo 73 del Texto Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
A su vez, la misma normativa resalta que “cuando el consumidor y usuario haya ejercido el derecho de desistimiento, el empresario estará obligado a devolver las sumas abonadas por el consumidor y usuario sin retención de gastos”. A su vez, “la devolución de estas sumas deberá efectuarse lo antes posible y, en cualquier caso, en el plazo máximo de treinta días desde el desistimiento”.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: ARCHIVO
FOTOGRAFÍA: ARCHIVO