La Consejería de Fomento y Vivienda ha contratado por 1,29 millones de euros las labores necesarias para el mantenimiento en buen estado de 36 kilómetros de carreteras de la Red Autonómica en la provincia de Córdoba. Estos trabajos tendrán una duración de 24 meses e incluyen operaciones de diversa índole, adaptándose a las necesidades reales de cada carretera y punto kilométrico.
Este contrato para la provincia cordobesa se engloba en las actuaciones que la Junta ha activado en el resto de Andalucía, por un importe total de 10,7 millones de euros para la conservación de más de 300 kilómetros de carreteras autonómicas.
La delegada territorial de Fomento y Vivienda, Josefina Vioque, ha explicado que “Andalucía cuenta con una red de carreteras densa y articulada y la gestión eficaz de ese patrimonio requiere de una labor de mantenimiento permanente para seguir prestando un buen servicio al usuario y garantizar su seguridad”.
Por ello, “la conservación de carreteras es una labor que contribuye a prevenir accidentes y a garantizar la seguridad vial, al tiempo que propicia una mayor comodidad en la conducción en las vías andaluzas”, ha dicho.
Para acometer estas labores de conservación es necesario evaluar inicialmente el estado de los firmes para determinar las necesidades de actuación. Para ello se analiza, por una parte, el grado de agotamiento estructural y por otra, sus características superficiales. Este estudio previo permite determinar las necesidades en cada provincial y distribuir el presupuesto en función al estado del firme, el número de kilómetros a mejorar, la tipología de la carretera, entre otros factores.
El firme de una carretera supone un elemento fundamental de la misma, ya que ha de soportar estructuralmente el paso de los vehículos. Un firme idóneo debe presentar unas características geométricas homogéneas, facilitar la evacuación de agua en la zona de contacto con el neumático, producir el mínimo desgaste en los vehículos y ser poco ruidoso, todo ello para garantizar unos niveles adecuados de seguridad y comodidad para el usuario.
Las operaciones incluyen la ejecución de diversos tipos de aglomerados asfálticos, aplicación de lechadas bituminosas, sellados de fisuras y grietas, así como fresado de pavimentos. En zonas puntuales de las carreteras que lo necesiten se repondrá o reforzará el balizamiento mediante la colocación de ojos de gato.
Además, se ejecutarán marcas sonoras sobre el pavimento para advertencia de la necesidad de moderar la velocidad en aproximaciones a glorietas u otros puntos característicos de la vía que lo precisen. Todas las actuaciones finalizan con la ejecución de la preseñalización y posterior pintado de las marcas viales.
La Red Autonómica de Carreteras –formada por un total de 10.416 kilómetros– constituye un patrimonio de primera magnitud cuya conservación es prioritaria para garantizar su buen estado y unas condiciones que óptimas para la seguridad vial y la confortabilidad en la conducción.
Estas actuaciones tienen como objetivo evitar el deterioro de estas infraestructuras viarias, ya que sería muy negativo por el incremento de costes diversos como los relacionados con la accidentalidad, el medio ambiente o daños ocasionados en los vehículos.
Para contrarrestar el deterioro normal de sus condiciones iniciales a lo largo de su vida útil, se desarrollan actuaciones programadas que permiten mejorar aquellos aspectos que con el paso de tiempo y la aprobación de nueva normativa queden obsoletos.
Este contrato para la provincia cordobesa se engloba en las actuaciones que la Junta ha activado en el resto de Andalucía, por un importe total de 10,7 millones de euros para la conservación de más de 300 kilómetros de carreteras autonómicas.
La delegada territorial de Fomento y Vivienda, Josefina Vioque, ha explicado que “Andalucía cuenta con una red de carreteras densa y articulada y la gestión eficaz de ese patrimonio requiere de una labor de mantenimiento permanente para seguir prestando un buen servicio al usuario y garantizar su seguridad”.
Por ello, “la conservación de carreteras es una labor que contribuye a prevenir accidentes y a garantizar la seguridad vial, al tiempo que propicia una mayor comodidad en la conducción en las vías andaluzas”, ha dicho.
Para acometer estas labores de conservación es necesario evaluar inicialmente el estado de los firmes para determinar las necesidades de actuación. Para ello se analiza, por una parte, el grado de agotamiento estructural y por otra, sus características superficiales. Este estudio previo permite determinar las necesidades en cada provincial y distribuir el presupuesto en función al estado del firme, el número de kilómetros a mejorar, la tipología de la carretera, entre otros factores.
El firme de una carretera supone un elemento fundamental de la misma, ya que ha de soportar estructuralmente el paso de los vehículos. Un firme idóneo debe presentar unas características geométricas homogéneas, facilitar la evacuación de agua en la zona de contacto con el neumático, producir el mínimo desgaste en los vehículos y ser poco ruidoso, todo ello para garantizar unos niveles adecuados de seguridad y comodidad para el usuario.
Las operaciones incluyen la ejecución de diversos tipos de aglomerados asfálticos, aplicación de lechadas bituminosas, sellados de fisuras y grietas, así como fresado de pavimentos. En zonas puntuales de las carreteras que lo necesiten se repondrá o reforzará el balizamiento mediante la colocación de ojos de gato.
Además, se ejecutarán marcas sonoras sobre el pavimento para advertencia de la necesidad de moderar la velocidad en aproximaciones a glorietas u otros puntos característicos de la vía que lo precisen. Todas las actuaciones finalizan con la ejecución de la preseñalización y posterior pintado de las marcas viales.
La Red Autonómica de Carreteras –formada por un total de 10.416 kilómetros– constituye un patrimonio de primera magnitud cuya conservación es prioritaria para garantizar su buen estado y unas condiciones que óptimas para la seguridad vial y la confortabilidad en la conducción.
Estas actuaciones tienen como objetivo evitar el deterioro de estas infraestructuras viarias, ya que sería muy negativo por el incremento de costes diversos como los relacionados con la accidentalidad, el medio ambiente o daños ocasionados en los vehículos.
Para contrarrestar el deterioro normal de sus condiciones iniciales a lo largo de su vida útil, se desarrollan actuaciones programadas que permiten mejorar aquellos aspectos que con el paso de tiempo y la aprobación de nueva normativa queden obsoletos.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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