“Éxito rotundo”. Así ha calificado el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles la trigésimo tercera edición de la Cata del Vino, que cerró ayer sus puertas en la capital cordobesa tras haber superado con creces los 80.000 visitantes de la edición anterior, algo que se refleja, según la entidad que preside Javier Martín, “tanto en el incremento de los tiques vendidos como en la facturación de las bodegas y restaurantes presentes”.
“Somos conscientes de que muchas personas no han podido acudir a la Cata en determinadas horas por cubrirse el aforo”, reconocieron desde la organización, quienes, no obstante, se mostraron partidarios de mantener esta limitación del acceso de público para tratar de garantizar el buen desarrollo de la actividad y que el personal de la organización, bodegas y restaurantes, puedan seguir prestando un servicio de calidad. “En próximas ediciones trataremos de solventar este problema, pero el magnífico recinto que pone la Diputación a disposición del Consejo Regulador tiene la superficie justa para el aforo permitido”, añadieron.
Por otro lado, el Consejo Regulador hizo hincapié en que “el grado de satisfacción de los visitantes ha sido muy elevado”, como lo demuestra el hecho de que “más de un 95 por ciento de las personas que han pasado por la Cata han manifestado su disposición a volver en la próxima edición”.
En ese sentido, el máximo órgano de control de los vinos cordobeses resaltó ayer la “fuerte presencia” de público extranjero, así como el elevado número de visitantes de otras comunidades autónomas. “Se han incrementado sustancialmente las visitas de compradores de vinos y bebidas, así como las operaciones que se van a realizar con motivo de la Cata”, indicaron.
Con respecto a la presencia de jóvenes en el recinto, el Consejo Regulador valoró positivamente que los menores de 30 años “se han volcado” en esta edición de la Cata, que ha estado dedicada al Inca Garcilaso de la Vega, coincidiendo con el cuarto centenario de su fallecimiento, así como al Diario Córdoba, que cumple 75 años desde su fundación.
“Más de un 60 por ciento han reconocido que era la primera vez que han probado nuestros vinos, inclinándose por los vinos jóvenes y los de tinaja”, indicó ayer la organización, al tiempo que subrayó que “la nueva copa ha sido muy bien acogida, sobre todo por los que, por vez primera, se acercaban a nuestros vinos”.
Con respecto al sistema de venta de tiques implantado por CajaSur, el Consejo Regulador subrayó ayer que “ha sido un rotundo éxito, reconocido tanto por las bodegas y restaurantes como por el público asistente”. Con todo, un fallo técnico provocó que el sistema siguiera vendiendo entradas en la noche del viernes, pese a que el aforo ya estaba completo, lo que provocó que muchas personas no pudieran acceder al recinto. Para tratar de solventar esta incidencia, el Consejo Regulador permitió a estas personas que pudieran regresar a la Cata en la jornada del sábado o, en su caso, solicitar la devolución del importe de los tiques.
Un amplio programa de actividades
En lo que respecta a las actividades paralelas –entre las que destacaban las catas dirigidas, las conferencias y las exposiciones en el propio Palacio de la Merced–, el Consejo Regulador aseguró ayer que contaron con un número de público “muy superior” al de pasadas ediciones. “La vertiente cultural de la Cata se está consolidando como un fuerte reclamo para que nos visiten”, afirmaron.
“Los vinos Montilla-Moriles, unidos a nuestra excelente gastronomía, tienen mucho que ver con nuestra idiosincrasia, con nuestra naturaleza como cordobeses y cordobesas y también con la fuerte apuesta que estamos haciendo por el turismo de interior”, subrayó el presidente de la Diputación de Córdoba, Antonio Ruiz, quien se mostró convencido de que “contar con unos caldos y una DOP como la de Montilla-Moriles es todo un privilegio que permite un maridaje con el resto de productos con los que contamos en la provincia”.
“Somos conscientes de que muchas personas no han podido acudir a la Cata en determinadas horas por cubrirse el aforo”, reconocieron desde la organización, quienes, no obstante, se mostraron partidarios de mantener esta limitación del acceso de público para tratar de garantizar el buen desarrollo de la actividad y que el personal de la organización, bodegas y restaurantes, puedan seguir prestando un servicio de calidad. “En próximas ediciones trataremos de solventar este problema, pero el magnífico recinto que pone la Diputación a disposición del Consejo Regulador tiene la superficie justa para el aforo permitido”, añadieron.
Por otro lado, el Consejo Regulador hizo hincapié en que “el grado de satisfacción de los visitantes ha sido muy elevado”, como lo demuestra el hecho de que “más de un 95 por ciento de las personas que han pasado por la Cata han manifestado su disposición a volver en la próxima edición”.
En ese sentido, el máximo órgano de control de los vinos cordobeses resaltó ayer la “fuerte presencia” de público extranjero, así como el elevado número de visitantes de otras comunidades autónomas. “Se han incrementado sustancialmente las visitas de compradores de vinos y bebidas, así como las operaciones que se van a realizar con motivo de la Cata”, indicaron.
Con respecto a la presencia de jóvenes en el recinto, el Consejo Regulador valoró positivamente que los menores de 30 años “se han volcado” en esta edición de la Cata, que ha estado dedicada al Inca Garcilaso de la Vega, coincidiendo con el cuarto centenario de su fallecimiento, así como al Diario Córdoba, que cumple 75 años desde su fundación.
“Más de un 60 por ciento han reconocido que era la primera vez que han probado nuestros vinos, inclinándose por los vinos jóvenes y los de tinaja”, indicó ayer la organización, al tiempo que subrayó que “la nueva copa ha sido muy bien acogida, sobre todo por los que, por vez primera, se acercaban a nuestros vinos”.
Con respecto al sistema de venta de tiques implantado por CajaSur, el Consejo Regulador subrayó ayer que “ha sido un rotundo éxito, reconocido tanto por las bodegas y restaurantes como por el público asistente”. Con todo, un fallo técnico provocó que el sistema siguiera vendiendo entradas en la noche del viernes, pese a que el aforo ya estaba completo, lo que provocó que muchas personas no pudieran acceder al recinto. Para tratar de solventar esta incidencia, el Consejo Regulador permitió a estas personas que pudieran regresar a la Cata en la jornada del sábado o, en su caso, solicitar la devolución del importe de los tiques.
Un amplio programa de actividades
En lo que respecta a las actividades paralelas –entre las que destacaban las catas dirigidas, las conferencias y las exposiciones en el propio Palacio de la Merced–, el Consejo Regulador aseguró ayer que contaron con un número de público “muy superior” al de pasadas ediciones. “La vertiente cultural de la Cata se está consolidando como un fuerte reclamo para que nos visiten”, afirmaron.
“Los vinos Montilla-Moriles, unidos a nuestra excelente gastronomía, tienen mucho que ver con nuestra idiosincrasia, con nuestra naturaleza como cordobeses y cordobesas y también con la fuerte apuesta que estamos haciendo por el turismo de interior”, subrayó el presidente de la Diputación de Córdoba, Antonio Ruiz, quien se mostró convencido de que “contar con unos caldos y una DOP como la de Montilla-Moriles es todo un privilegio que permite un maridaje con el resto de productos con los que contamos en la provincia”.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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